El trabajo que nos encargó el cliente consistía en la fabricación de una tapa de mesa que se componía de dos cuerpos idénticos, de tablero de Mdf de 40mm de espesor, cubiertos de chapa de Cerezo plumeada a cuatro aguas, haciendo espiga francesa.
Como en trabajos similares, la hoja que se seleccionó era mallada, para lograr el efecto de “punta de diamante” característico de este tipo de plumeado, y las dos superficies se ejecutaron de la misma forma, cizallando la hoja y casándola de modo idéntico.
Presentadas ambas tapas, se complementaban perfectamente al sea la una simétrica de la otra.